El enojo tomo parte de mí y la preparo con mis fluidos
la envidia me comió en unas deliciosas brochetas
la lujuria hizo pedazos las partes que me toco en vida
el amor me arranco una pieza y se vistió con ella
la tristeza tiro mis entrañas
la ilusión mordió hasta desaparecerme
la amistad marino mis carnes y las preparo
la traición me corto y me planto con una falsa ilusión
el odio se postro sobre mí

Morí, o más exacto me mataron
todas esas cosas del estúpido corazón fueron las que me mataron
mi cerebro sigue palpitante, esperando no morir traicionado por su rara inteligencia