Dos personas jalando, cepillando, despeinando y llenando de fijador mi cabello, amarrando, subiendo y reacomodándolo, otra mas retocando mi maquillaje, alguien mas oprime mi abdomen y me exige no respirar por 5 segundos, de pronto todo mundo a mi alrededor desaparece y estoy frente a las pequeñas escaleras.

Las luces se encienden y comienzan a jugar, la música empieza a tocar, alguien me grita pidiendo que espere, me da el último toque en el cabello y me empuja a subir las escaleras, mis pensamientos comienzan a revolotear, siento hormigas en el estomago, es como la primera vez, nervios muchos nervios, por un momento olvido caminar con los tacones.

Salgo al escenario y comienzo a caminar, solo puedo ver el reflector frontal, sigo avanzando, siento que caeré de estas enormes plataformas, pero solo son mis nervios, llego a la punta de la pasarela, veo mil flashes, si son fotógrafos, pose, pose, sonrisita, pose, media vuelta y salir del escenario, ya recordé por que me encanta modelar.